Revalorización
Una cualidad de los equipos informáticos que adquirimos en estos días es su corta vida útil. Esta vida útil ya no viene dada por el desgaste y fatiga de sus componentes; más bien está "programada" por los propios fabricantes. Se ha convenido en llamar a este fenómeno como obsolescencia programada. Es esta una práctica que nos convierte en sujetos pasivos frente a la tecnología. Somos así seres usados, siempre obligados a renovar nuestros equipos aun cuando estos permanezcan en excelentes condiciones.
A nivel hardware, nos encontramos con la imposibilidad de conseguir repuestos nuevos para equipos que ya tienen unos cuantos años de haber sido lanzados al mercado, sumado a la dificultad que implica su reparación, ya que quienes los diseñan no tienen en cuenta la complejidad del desarme para un eventual servicio técnico. A nivel de software, la "muerte programada" es implementada de manera todavía más agresiva, ya que los sistemas operativos y programas que se ejecutan en estos dispositivos están diseñados apuntando a recursos de hardware específicos, hardware que coinciden con lo "nuevo del mercado". Mucho de este software es software comercial y de código cerrado con políticas y estrategias de distribución centradas en la implementación de actualizaciones constantes, que se vuelven casi obligatorias, ya que se hace virtualmente imposible continuar usando versiones antiguas del software que muchas veces deja de ser operativo.
En oposición a esto, existen muchos movimientos de obtención y re-acondicionamiento de hardware de segunda mano que simplifican la reparación o incluso permiten el armado de equipos informáticos completos con componentes reciclados. También en oposición al software comercial y abusivo, existen muchos sistemas operativos e infinidad de programas que logran excelente manejo de recursos y brindan excelentes prestaciones, con la diferencia de que son respetuosos con las libertades y necesidades de sus usuarios.
La revalorización es entonces el re-acondicionamiento a nivel hardware y software de equipos usados. A nivel hardware, se logra con repuestos de segunda mano en buen estado. A nivel software, con la instalación de sistemas operativos que logran un manejo de recursos mucho más eficientes y programas cuyo principio fundamental es ser una herramienta que se adapte al usuario y que permita la expresión de nuestra voluntad y concretar lo que nos proponemos.